Me ha sorprendido la estancia era para más de dos, tenía habitación de matrimonio con una cama auxiliar al lado, otra habitación independiente con dos camitas, baño, cocina y salón. Muy limpio y con los enseres y toallas necesarias. Las camas son muy cómodas, además con televisiones una en la habitación y otra en el salón. El pueblo es pequeño pero con grandes actividades para niños. Hay un centro de hípica cerca, otro con grandes actividades y una bolera con billares y recreativos varios. Ha sido un día breve pero intenso. El único restaurante que hay en el centro del pueblo me resultó muy caro y sin variedad. Pedimos un plato de patatas con alioli, eran frías y poco cocidas, además el plato de carnes variadas, duras y con mucha grasa, además sin sabor . No aconsejable, a no ser que previamente encarguen mesas y pidan cochinillo que es su especialidad, según ellos. Le doy muy buena valoración a la estancia y la dueña muy amable en todo momento.